25 de octubre del 2023
Que todos los años tengas un deseo que pedir.
Querida alma mágica:
Esta es la cuarta carta de Florecer Mágico escrita con una persona específica en mente. La segunda en la que tengo la certeza que la persona a quien se la escribo la va a leer. Y con esa certeza, antes que cualquier otra cosa, te digo: ¡feliz cumpleaños! ¡Feliz vida!
Siento que este es un día perfecto para regalarte esta carta porque es el primero que pasamos juntas desde que empezó nuestra amistad. Una amistad que agradezco mucho que haya llegado a mi vida.
Hace unas semanas, me compartiste la historia completa de porque no te gustaban tus cumpleaños y yo te prometí que este año iba a ser diferente. Que no ibas a estar sola y que ibas a estar rodeada de amor. Espero de verdad que así sea.
Hay muchas cosas que quiero decirte y creo que me gustaría empezar con una pequeña historia.
Es una historia de la cual ya te he compartido una parte, pero para compartirla completa y para darle un poco de contexto a toda alma que se encuentre con estas palabras y necesite escucharlas, voy a irme al 18 de marzo del 2019.
El 18 de marzo es mi cumpleaños, pero ese año en específico fue particularmente difícil para mí y mi familia porque falleció mi tío, un hermano de mi papá. Justo ese lunes 18 de marzo.
Los cumpleaños siempre han sido muy emocionantes para mí y recuerdo que ese año uno de los muchos pensamientos que rondaron en mi cabeza fue “este día ya no va a ser especial, de ahora en adelante va a ser un día triste”. Y como si de alguna manera mi mamá y mi papá supieran lo que pasaba por mi mente, me apartaron de toda la familia y mi papá aún con lágrimas en los ojos por la pérdida de su hermano me dijo: “no quiero que esto que está pasando cambie la forma en que vives tus cumpleaños. Este siempre va a ser un día especial y en cuanto se lleven el cuerpo de tu tío, vamos a partir tu pastel y vas a pedir un deseo como cada año y nos van a acompañar las personas que tengan que estar”.
Recuerdo que a pesar del momento que atravesábamos, toda mi familia se sentó conmigo a cantarme Las Mañanitas y comer pastel. Recuerdo que nunca habíamos estado tan unidos y llenos de amor. Recuerdo que fue el primer cumpleaños en 24 años, hasta ese momento, que lo compartía con la familia de mi papá. Recuerdo que sentí por primera vez que todo pasa por algo y que, al final del día, todo está bien.
Chiquita, quería empezar compartiéndote esto porque quiero que siempre recuerdes que no importa lo oscuro que parezca a veces el día o todos los retos en tu historia, el 25 de octubre siempre va a ser un día para celebrar tu vida y toda la luz que llevas a las vidas de las personas que compartimos un camino contigo.
Una de las muchas razones por las que me gusta tanto un cumpleaños es porque es el único día del año en que las personas indicadas, al final del día y de una u otra forma, están. Ya sea en persona. Por llamada. En un mensaje. Con un detalle. Al final, están. Sean familia. Sean amistades. Sean compañeros. Sean familia del alma. Hay una razón por la que están y estoy convencida que lo hacen porque tienen un deseo genuino para compartir con nuestra alma ese día. Estoy convencida que ningún año te van a faltar esas personas y esas intenciones sinceras.
Deseo de todo corazón que siempre tengas la certeza de que todo pasa y todo está bien, sin importar lo que puedas estar atravesando. Deseo que tu vida esté llena de salud, amor y prosperidad. Deseo que nunca te falten sueños por los cuales luchar. Deseo que no dudes de lo lejos que puedes llegar y que, de ser así, entonces tus sueños sean más fuertes que tus demonios.
Gracias por compartir tus sueños conmigo y por abrirme tu corazón. Gracias por ser una de las personas que llegó a mi vida para recordarme lo bonitas que son las amistades genuinas y recíprocas. Gracias por compartir conmigo tus libros favoritos y lo que escribes. Gracias por todas las tardes de comida juntas. Gracias por las risas. Gracias por las películas compartidas y los postres horneados. Gracias por ser tú y por estar.
Me parece que en los meses que llevamos de conocernos, has podido notar que no importa el tiempo que pase o las circunstancias de la vida, una vez que le abro mi corazón a alguien, es para siempre. Así que nunca dudes que siempre que lo necesites, voy a estar para ti. No importa el día. No importa el lugar. Estoy a una llamada, un mensaje o unos kilómetros de distancia de ti.
Espero que cada año puedas volver a esta carta y que nunca olvides que en el alma estás rodeada de amor para compartir y vivir este día de la manera que tu corazón lo desee.
Te quiero infinitamente.
Y para cerrar con broche de oro y porque es otra persona que en su momento tuvimos en común sin saberlo y sin conocernos, te dejo este regalito esperando que te saque una sonrisa más en este día.